El 90,7% de los españoles de 16 a 74 años ha utilizado internet en los últimos tres meses. Eso indican los datos del Instituto Nacional de Estadística para el año 2019. Se demuestra así que la red de redes es cada vez más importante en nuestras vidas.
Casi 32 millones de personas en España, si contabilizamos solo a ese sector de la población, tiene en esta herramienta un canal imprescindible de comunicación, entretenimiento, trabajo y consumo. Y la muestra solo incluye a los menores de 16 años, cuando por todos es sabido que los adolescentes y niños menores de esa edad son en la actualidad nativos digitales, luego internet es algo vital en sus vidas.
Además, los datos hacen referencia al comportamiento durante 2019. Repetir ese mismo estudio en la actualidad implicaría un uso mayor de internet, pues la pandemia ha obligado a dirigir más nuestras vidas hacia los entornos digitales por la restricción de movimientos: fomento del teletrabajo, comercio electrónico, videollamadas...
Incluso en vacaciones es importante internet. Si optamos por viajar a una ciudad desconocida hasta la fecha, usar los datos del móvil para localizar diferentes ubicaciones puede servirnos de gran ayuda. Otras acciones que podemos hacer son comprar entradas para museos o realizar operaciones financieras desde la banca móvil.
Los afortunados que cuentan con dos residencias o más, pueden ir incluso más allá, pues para ellos existe la opción de contratar wifi segunda residencia. La mayoría de operadoras de telecomunicaciones ofrecen ya tarifas muy rentables para conseguir internet de calidad en esa vivienda en la que se pasa menos tiempo al año pero en la que sigue siendo necesario estar conectado al mundo.
Si decidimos pasar unos días en la casa del campo o en la playa, no podemos desconectarnos por completo de la realidad, de modo que contar con conexiones de calidad en segundas residencias ayuda a hacer más agradable la estancia en esos lugares idílicos.
Es cierto que cuando vamos de vacaciones, lo que deseamos ante todo es poder desconectar de la rutina, del trabajo y de las preocupaciones, pero esto no impide que hagamos uso de internet para otras tareas, como mantenernos informados de la actualidad, conversar con la familia de manera telemática, jugar a videojuegos, hacer compras online o consumir contenidos en plataformas de streaming, entre otras opciones.
La contratación de internet en una segunda residencia implica valorar hasta qué punto es necesaria. Si vamos a hacer uso de ella únicamente unos días al año quizás no sea tan rentable esta solución, aunque esto va a depender de las ofertas que propongan las operadoras de telecomunicación.
Sin embargo, si en estos espacios pasamos un tiempo suficiente y de manera continuada, lo que obliga a mantenerse al día en el trabajo, el internet en segundas residencias es algo fundamental.
Con la pandemia estamos comprobando que los ambientes rurales, los espacios litorales y los escenarios más tranquilos, alejados del bullicio de la gran ciudad, ganan enteros. Desde estos lugares, siempre que se disponga de buena conexión, se puede realizar trabajo remoto y estar al tanto de lo que ocurre en el día a día.
Hasta hace unos años, esta posibilidad de conectarse a internet en estos espacios, los más alejados de las áreas urbanas, era más difícil, pues no solía haber buena cobertura ni calidad en la conexión. El trabajo de las operadoras y el propio interés de los consumidores por disponer de servicios de mayor calidad ha propiciado que hoy en día, prácticamente existan posibilidades de contratar internet de calidad en cualquier punto de la geografía nacional.
Internet es un compañero imprescindible en nuestro día a día. La opción de contratar una conexión para segundas residencias es algo por lo que apuestan cada vez más usuarios, debido a que existen servicios que son cada vez más demandados, como las plataformas de streaming.
Si a todo esto sumamos la posibilidad del trabajo remoto, conseguiremos en un futuro que no existan diferencias muy notables entre la primera y la segunda residencia, pues en ambas se pueden realizar con la misma comodidad todo tipo de acciones cotidianas.
Casi 32 millones de personas en España, si contabilizamos solo a ese sector de la población, tiene en esta herramienta un canal imprescindible de comunicación, entretenimiento, trabajo y consumo. Y la muestra solo incluye a los menores de 16 años, cuando por todos es sabido que los adolescentes y niños menores de esa edad son en la actualidad nativos digitales, luego internet es algo vital en sus vidas.
Además, los datos hacen referencia al comportamiento durante 2019. Repetir ese mismo estudio en la actualidad implicaría un uso mayor de internet, pues la pandemia ha obligado a dirigir más nuestras vidas hacia los entornos digitales por la restricción de movimientos: fomento del teletrabajo, comercio electrónico, videollamadas...
Internet, presente en nuestras vidas hasta en vacaciones
Incluso en vacaciones es importante internet. Si optamos por viajar a una ciudad desconocida hasta la fecha, usar los datos del móvil para localizar diferentes ubicaciones puede servirnos de gran ayuda. Otras acciones que podemos hacer son comprar entradas para museos o realizar operaciones financieras desde la banca móvil.
Los afortunados que cuentan con dos residencias o más, pueden ir incluso más allá, pues para ellos existe la opción de contratar wifi segunda residencia. La mayoría de operadoras de telecomunicaciones ofrecen ya tarifas muy rentables para conseguir internet de calidad en esa vivienda en la que se pasa menos tiempo al año pero en la que sigue siendo necesario estar conectado al mundo.
Si decidimos pasar unos días en la casa del campo o en la playa, no podemos desconectarnos por completo de la realidad, de modo que contar con conexiones de calidad en segundas residencias ayuda a hacer más agradable la estancia en esos lugares idílicos.
Es cierto que cuando vamos de vacaciones, lo que deseamos ante todo es poder desconectar de la rutina, del trabajo y de las preocupaciones, pero esto no impide que hagamos uso de internet para otras tareas, como mantenernos informados de la actualidad, conversar con la familia de manera telemática, jugar a videojuegos, hacer compras online o consumir contenidos en plataformas de streaming, entre otras opciones.
Trabajar en un ambiente más bucólico
La contratación de internet en una segunda residencia implica valorar hasta qué punto es necesaria. Si vamos a hacer uso de ella únicamente unos días al año quizás no sea tan rentable esta solución, aunque esto va a depender de las ofertas que propongan las operadoras de telecomunicación.
Sin embargo, si en estos espacios pasamos un tiempo suficiente y de manera continuada, lo que obliga a mantenerse al día en el trabajo, el internet en segundas residencias es algo fundamental.
Con la pandemia estamos comprobando que los ambientes rurales, los espacios litorales y los escenarios más tranquilos, alejados del bullicio de la gran ciudad, ganan enteros. Desde estos lugares, siempre que se disponga de buena conexión, se puede realizar trabajo remoto y estar al tanto de lo que ocurre en el día a día.
Hasta hace unos años, esta posibilidad de conectarse a internet en estos espacios, los más alejados de las áreas urbanas, era más difícil, pues no solía haber buena cobertura ni calidad en la conexión. El trabajo de las operadoras y el propio interés de los consumidores por disponer de servicios de mayor calidad ha propiciado que hoy en día, prácticamente existan posibilidades de contratar internet de calidad en cualquier punto de la geografía nacional.
Estar conectado en la segunda residencia, una tendencia cada vez más al alza
Internet es un compañero imprescindible en nuestro día a día. La opción de contratar una conexión para segundas residencias es algo por lo que apuestan cada vez más usuarios, debido a que existen servicios que son cada vez más demandados, como las plataformas de streaming.
Si a todo esto sumamos la posibilidad del trabajo remoto, conseguiremos en un futuro que no existan diferencias muy notables entre la primera y la segunda residencia, pues en ambas se pueden realizar con la misma comodidad todo tipo de acciones cotidianas.